La dependencia emocional se da cuando la persona considera necesaria la presencia y ayuda de una persona específica para sentirse segura ya sea que reciba: compañía, admiración, apoyo emocional, apoyo económico, afirmación, etc.
Las personas con dependencia emocional tienden a desarrollar relaciones poco saludables las cuales están plagadas de excesos y constantemente temen que dichas relaciones se terminen.
Existen ciertos factores propios de nuestra personalidad y de las situaciones que hemos pasado en nuestra vida, que nos podrían hacer propensos a desarrollar este tipo de relaciones y el tenerlo en cuenta no ayuda a ser cuidadosos en nuestras relaciones interpersonales.
Cuando una persona se une a otra porque se siente carente de todo y considera que el otro podrá suplir sus necesidades, está dejando de lado el gran papel de Dios y es que el Ser humano siempre estará carente en tanto no desarrolle una relación íntima con Dios. En Salmos 91:16 dice “Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.” En el Salmo 23:1 dice “El Señor es mi pastor, nada me faltará
Si una relación humana resulta perjudicial para la salud física o espiritual, hay que terminarla. Recordemos que el verdadero amor promueve el crecimiento mutuo.
Ten en cuenta que fin de todo ser humano no es complacer siempre a otro o ser lo que el otro espera de uno, sino ser el reflejo del amor de Dios para los demás.
En una relación dependiente, uno o ambos miembros buscan que la otra persona satisfaga sus necesidades básicas de amor y seguridad en lugar de Cristo. Si sus problemas espirituales y emocionales no son resueltos, ese patrón no se romperá.
Al albergar amargura o resentimiento, quedamos vulnerables a relaciones erróneas por eso es necesario expresarle a Dios este dolor, ya que sólo él es capaz de restaurarnos.
La mejor manera de evitar problemas de dependencia es reconocer nuestra necesidad de ser apoyados durante los tiempos de estrés, y procurar satisfacer esta necesidad de manera sana, dependiendo únicamente del Señor, para lo cual debemos mantenernos en oración constante y leer la Biblia diariamente.
Ten en cuenta que para vencer la dependencia emocional se requiere estar dispuestos a creer que Dios nos ama. Una relación íntima con Jesús será la mejor manera de evitar la dependencia emocional.
Gladys Illescas
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